FAQ

Normalmente, se recomienda realizar luna limpieza cada 6 meses para evitar problemas gingivales. En algunos casos (por ejemplo, pacientes con enfermedad periodontal), puede ser necesario realizar la sesión de limpieza bucal con mayor frecuencia.

Si la sensibilidad no se debe a la presencia de caries, existen productos profesionales específicos que pueden aplicarse de forma ambulatoria para reducir eficazmente la sensibilidad dental. Dichos productos también pueden aplicarse durante la sesión de limpieza bucal para mayor comodidad del paciente.

Antes, durante y después del embarazo, se recomiendan sesiones de limpieza dental y revisiones periódicas para evitar la incidencia de enfermedades agudas de las encías o caries.
A menudo, los cambios hormonales debidos al embarazo pueden exacerbar una enfermedad de las encías preexistente, por lo que se recomienda encarecidamente realizar sesiones de limpieza periódicas.

La periodontitis (comúnmente denominada «piorrea») es una enfermedad de los tejidos de soporte del diente debida a la acumulación de placa y sarro bajo la encía, que puede conducir a la formación de bolsas y, en fases avanzadas, a la movilidad del diente e incluso a su pérdida.
Las causas de la periodontitis pueden ser múltiples: estilo de vida incorrecto (tabaquismo, falta de limpieza, etc.), enfermedades sistémicas (diabetes), herencia.
La periodontitis puede ser interceptada y tratada por el higienista mediante la medición de las bolsas y el posterior pulido, que consiste en una limpieza manual más profunda.
Por lo tanto, los pacientes que padecen una enfermedad periodontal pueden ser tratados y necesitan revisiones más frecuentes para evitar recaídas.

En ausencia de enfermedad de las encías o caries, el blanqueamiento dental es un procedimiento seguro que pueden realizar pacientes mayores de 18 años.
El blanqueamiento dental profesional se realiza en una o dos sesiones con productos específicos y seguros que no dañan el esmalte y la posterior aplicación de productos desensibilizantes.

La duración del blanqueamiento depende de muchos factores; es importante seguir las instrucciones del higienista en la fase inmediatamente posterior al blanqueamiento y someterse a sesiones de limpieza periódicas después.
En ausencia de hábitos nocivos, como fumar o ingerir otros pigmentos, el blanqueamiento profesional dura aproximadamente un año.

Los dientes y encías de los niños, al igual que los de los adultos, pueden ser susceptibles a enfermedades como la caries y la gingivitis, por eso es importante cuidarlos realizando sesiones de limpieza periódicas.
Tener una boca sana desde la infancia reduce el riesgo de problemas dentales en la edad adulta, e incluso de niño es bueno aprender las maniobras correctas de limpieza bucal. Suele realizarse entre los 6 y los 8 años, cuando suelen salir estos dientes, pero en algunos casos también puede hacerse en otros dientes permanentes o de leche.

Está científicamente demostrado que los sellados, realizados correctamente, reducen el riesgo de caries.
El sellado es un procedimiento no invasivo que se lleva a cabo en la superficie de masticación de los primeros molares permanentes: se limpian los surcos y luego se sellan con una resina que contiene flúor, de modo que los alimentos ya no puedan detenerse y se fortalezca el esmalte.

Los pacientes que tienen uno o más implantes pueden tener limpieza dental y es importante que se sometan a ella de forma regular para preservar la salud de las encías.
Al igual que los dientes naturales, los implantes también pueden tener problemas de encías si uno no se somete a revisiones y sesiones de limpieza periódicas.

Los pacientes que llevan aparatos de ortodoncia fijos o removibles pueden someterse a una limpieza dental sin ningún problema. Es fundamental realizar sesiones periódicas de limpieza bucal durante el tratamiento de ortodoncia para evitar la inflamación de las encías, la aparición de caries o la desmineralización del esmalte.

Un Ortodoncista es un odontólogo que, tras licenciarse, ha asistido a una escuela de especialización de 3 años en Ortodoncia, dedicándose exclusivamente al estudio de las maloclusiones y al tratamiento ortodóncico de adultos y niños.
No todos los Ortodoncistas están necesariamente especializados y por lo tanto no pueden llamarse Especialistas.
La Dra. Elettra Chisci obtuvo el título de Especialista en Ortodoncia en la Escuela de Especialización de la Universidad de Ferrara y asiste constantemente a cursos de actualización para garantizar los tratamientos más adecuados y profundizar en el conocimiento de las distintas técnicas de Ortodoncia.

Las maloclusiones pueden beneficiarse de un tratamiento de ortodoncia a cualquier edad.
Muchos problemas de ortodoncia son más fáciles de corregir si se tratan pronto, es decir, antes de que el crecimiento sea completo o se hayan caído todos los dientes: por eso se recomienda que la primera visita de ortodoncia se realice entre los 5 y los 7 años.

No existen aparatos mejores que otros; cada paciente, en función de su edad y su maloclusión, debe ser valorado para decidir qué terapia de ortodoncia es la más adecuada y, por tanto, qué aparato es el más eficaz para tratar su problema.

Sí, es necesario tomar radiografías antes de iniciar la terapia de ortodoncia, afortunadamente con las modernas radiografías digitales la dosis es extremadamente baja.
Las radiografías que se realizan antes de iniciar la terapia de ortodoncia son el telecráneo y la ortopanorámica; éstas junto con la foto y las impresiones sirven al ortodoncista para estudiar el caso y valorar a fondo la maloclusión del paciente.
Incluso en los niños es fundamental hacer radiografías: la ortopanorámica sirve para comprobar que no hay problemas con la erupción de determinados dientes, que no hay dientes de más u otras patologías e informaciones que no se pueden ver en un simple examen.
La telerradiografía sirve para conocer el patrón de crecimiento del paciente y así tomar las decisiones terapéuticas que lo orienten en la dirección correcta.

La caries es un proceso patológico que se crea cuando la placa bacteriana ataca el esmalte de los dientes por falta de higiene.
Este proceso, si no se cepillan bien los dientes y no se realizan sesiones de limpieza, puede afectar tanto a los dientes de los que llevan ortodoncia como a los que no.
Los aparatos no deterioran ni manchan los dientes, es la falta de higiene la que causa estos problemas.
Las personas con ortodoncia fija deberán prestar especial atención y cuidado a la higiene dental, ya que los alimentos y la placa también pueden acumularse alrededor de los aparatos.

Por supuesto, no existe ninguna contraindicación para realizar una limpieza durante el tratamiento de ortodoncia; al contrario, es muy recomendable hacerlo para evitar que se acumule placa entre los dientes y el aparato.
En nuestra Clínica, los pacientes que llevan ortodoncia también son seguidos por el higienista con sesiones periódicas de limpieza profesional y aplicaciones de flúor para minimizar el riesgo de caries o pigmentación.

Suele haber una fase transitoria de adaptación de 5 a 7 días durante la cual el nuevo aparato pueden crear algunas molestias transitorias.
Las molestias más comunes debidas a la presencia de aparatos de ortodoncia son una ligera sensación de dolor o presión en los dientes, un ligero aumento de la salivación y la presencia de algunas pequeñas úlceras bucales: el ortodoncista, en función del tipo de aparato, le recomendará algunas herramientas útiles para aliviar las molestias y, si es necesario, le recomendará un antiinflamatorio.

Los dientes pueden desplazarse a lo largo de la vida incluso después de un tratamiento de ortodoncia, por lo que es importante mantener el resultado obtenido tras un tratamiento prolongado.
Los aparatos pueden ser fijos o removibles; corresponderá al ortodoncista que haya seguido al paciente durante su curso decidir qué aparato es el más adecuado.

Cada plan de tratamiento con las ortodoncias invisibles implica una programación digital del desplazamiento de los dientes, gracias a un software capaz de reproducir un modelo virtual de la boca del paciente.
Siguiendo las instrucciones del ortodoncista, se realizan los desplazamientos de los dientes y cada ortodoncia se programa para realizar un movimiento gradual de cada diente individual.

Hoy en día, también podemos tratar a pacientes jóvenes y adolescentes con alineadores invisibles. La elección del plan de tratamiento dependerá siempre del diagnóstico y del plan de tratamiento que el ortodoncista considere adecuado para el paciente.

Las ortodoncias removibles deben llevarse todo el día y toda la noche, pueden quitarse para comer, beber con estas es posible.

Ortodoncias removibles y alineadores son lo mismo: aparatos invisibles hechos de un material plástico elástico patentado que el paciente se quita para comer y se cambia cada 7 o 14 días según las instrucciones del ortodoncista, sirven para alinear los dientes.
La férula, en cambio, es una especie de “protector bucal” que, según su finalidad, puede servir para proteger los dientes de traumatismos o para tratar trastornos articulares: no todas las férulas son iguales y no sirven para mover los dientes.

Los primeros 3- 4 días que un paciente lleva alineadores por primera vez puede experimentar algunas molestias transitorias: aumento de la salivación, ligero defecto en la pronunciación de ciertas letras, sensación de presión o dolor en los dientes.
Todas estas molestias son transitorias y una vez que el paciente se haya acostumbrado a ellas, ni siquiera notará que las lleva puestas.

Por supuesto, las ortodoncias removibles pueden llevarse con seguridad durante cualquier tipo de actividad física (natación, atletismo, fútbol, boxeo, etc.).

Si al paciente le faltan uno o varios dientes, es posible insertar en las prótesis un elemento provisional que simule la presencia de un diente real y cierre así los “huecos” que pueda haber.

El coste de una terapia con ortodoncias removibles no es siempre el mismo, existen diferentes tipos de tratamiento en función de la mayor o menor complejidad del mismo.
Por lo tanto, el coste de terapia con las ortodoncias removibles es en la mayoría de los casos comparable al de un aparato tradicional.

La primera visita al dentista nunca debe corresponder a la necesidad de tratar un diente, especialmente en los niños. Por eso es importante hacer una primera visita al dentista incluso a los dos o tres años, para valorar la erupción de los primeros dientes de leche, interceptar precozmente cualquier problema e instruir a los padres sobre las maniobras correctas de higiene bucal que se pueden realizar desde el primer diente.
Después de la primera visita, se recomienda realizar revisiones periódicas cada 6- 12 meses para que el niño se familiarice con la figura del dentista y, en caso de que sea necesario tratar algún diente, ya esté familiarizado con el entorno y se sienta cómodo.

Por supuesto, al igual que los dientes permanentes, los dientes de leche también necesitan cuidados. Esto sirve para evitar situaciones de dolor o urgencias que son más difíciles de tratar en niños pequeños y para conservar el diente de leche durante más tiempo.
Mantener los dientes de leche sirve para conservar el espacio para la erupción de los futuros dientes permanentes: algunos dientes de leche se caen a los 12 años, por lo que cualquier enfermedad debe tratarse a tiempo.

Los dientes de leche pueden mancharse por falta o insuficiencia de higiene en casa, por hábitos alimentarios erróneos; en la edad pediátrica pueden aparecer gingivitis e inflamación de la cavidad bucal: es evidente que también los niños pueden necesitar una limpieza dental y repetirla si es necesario.
Durante la sesión de limpieza dental también se enseña al niño a limpiarse los dientes correctamente y se dan instrucciones a los padres sobre los dentífricos que deben utilizar y los hábitos alimentarios que deben cambiar; se trata, por tanto, de un primer acercamiento fundamental para sentar las bases de la salud bucodental.

El miedo al dentista en los niños proviene muy a menudo de historias oídas a amigos o padres, o de experiencias negativas anteriores, y es esencial calmar al niño y utilizar una terminología adecuada que no le asuste.
En la Clínica Dental Chisci nos preocupamos por el bienestar de nuestros pequeños pacientes, por lo que siempre intentamos tranquilizarlos con dibujos animados, juegos y serenidad, respetando sus tiempos y necesidades. Cuando es necesario, se puede utilizar la sedación consciente suave para que la experiencia dental se pueda disfrutar sin ningún tipo de ansiedad, dolor o molestia.

Tanto si los traumatismos se producen en los dientes de leche como en los permanentes, siempre es aconsejable realizar una revisión en el dentista lo antes posible. De esta forma, el especialista podrá evaluar el alcance del daño y los tratamientos o revisiones necesarios.
Los traumatismos en los dientes de leche pueden causar daños en los dientes permanentes subyacentes, por lo que nunca deben subestimarse.
En caso de pérdida o fractura de uno o varios dientes como consecuencia del traumatismo, es necesario conservar el fragmento en saliva o leche y acudir cuanto antes al dentista, que podrá recolocar el diente o pegar el fragmento en su sitio: cuanto antes intervenga el dentista, mayores serán las posibilidades de encontrar una solución.

Las carillas son láminas de cerámica muy finas: son frágiles, pero una vez cementadas sobre el diente se funden con él y, por tanto, son muy resistentes.

Con el fin de crear una sonrisa natural y contextualizarla en la cara del paciente, siempre se realiza una evaluación cuidadosa utilizando fotos de la cara y los labios del paciente.
Cuando sonreímos solemos exponer al menos 8 dientes (4 incisivos superiores y 4 incisivos inferiores) y para conseguir un resultado estéticamente aceptable y homogéneo puede ser necesario extenderse a más dientes.
Hay que estudiar cada caso para valorar junto con el paciente la solución más adecuada.

Ninguna, es una forma diferente de referirse al mismo material. Carillas cerámicas, carillas de porcelana o Lumineers son diferentes términos para referirse a lo mismo y tienen altas propiedades estéticas y de resistencia.

No, las carillas de cerámica conservan su color original con el paso del tiempo.
De hecho, la cerámica es un material vítreo y no tiende a cambiar de color ni a modificarse con el paso del tiempo.

Al igual que con los dientes naturales, es necesario cuidar las carillas cepillándose los dientes y utilizando el hilo dental con normalidad, y también es esencial someterse a limpiezas dentales profesionales periódicas.
Los cuidados que hay que tener con las carillas siguen las mismas reglas que con los dientes naturales: hay que evitar los alimentos demasiado duros, masticar chicle, evitar desgarros, traumatismos y morderse las uñas.

Ciertamente, es posible cerrar los espacios entre los dientes, cambiar su forma o aumentar su tamaño haciendo una cuidadosa valoración estética y oclusal para planificar el tratamiento con carillas.
En algunos casos puede ser necesario intervenir primero ortodóncicamente llevando un aparato durante un corto periodo de tiempo y después con carillas.

Las carillas fueron creadas principalmente para el tratamiento estético de los dientes frontales, por lo que son la opción de elección cuando se desea mejorar la estética dental.
Los materiales utilizados para las carillas son altamente estéticos y dan un resultado natural sin comprometer la salud ni la resistencia del diente.

En ocasiones, los trastornos de la articulación temporomandibular pueden confundirse con dolores de origen dental: es fundamental someterse a un examen para realizar un diagnóstico correcto y establecer el plan de tratamiento adecuado.

El bruxismo o rechinamiento nocturno es una actividad involuntaria que puede producirse por muchas razones no dentales. Es importante realizar una evaluación interdisciplinar, ya que el uso de una mordida puede resultar insuficiente o limitado.

En los niños, el apretamiento suele ser una condición parafisiológica y transitoria: siempre es conveniente someter a los niños a revisiones periódicas para controlar su crecimiento dentoesquelético y las posibles parafunciones.

La articulación temporomandibular puede presentar trastornos, es decir, cualquier articulación de nuestro cuerpo.
Cuando los trastornos se hacen frecuentes, agudos o limitan nuestra capacidad de masticar causando dolor, es aconsejable hacer un examen para evaluar la función de la articulación.

La caries es una enfermedad progresiva que ataca al esmalte dental y, si no se trata, avanza hacia la pulpa del diente, provocando inflamación.
En la fase inicial, la caries suele ser asintomática y es necesario intervenir antes de que se haga más extensa, para evitar la pérdida de estructura es aconsejable intervenir precozmente cuando se detecta.

La caries se diagnostica clínicamente por el dentista utilizando diversos medios: comprobación de la presencia de caries con el espéculo y realización de radiografías endorales.
es importante someterse a revisiones periódicas para detectar precozmente las caries, ya que en las fases iniciales suelen ser asintomáticas.

Las bacterias que provocan la caries atacan el esmalte dental: si no se mantiene una higiene bucal adecuada, un diente empastado puede volver a cariarse en un lugar diferente o en las proximidades del empaste.

Al igual que los dientes permanentes, los dientes de leche también pueden cariarse, causar dolor y, en el peor de los casos, incluso una infección (absceso). Las infecciones en los dientes de leche, así como su pérdida precoz, pueden causar problemas a la yema del diente permanente subyacente.
Además, algunos dientes de leche pueden permanecer hasta los 12 años, por lo que es importante cuidarlos para evitar enfermedades dolorosas agudas e intentar conservarlos hasta que se caigan de forma natural.

Una vez desvitalizado, el diente pierde sensibilidad y se vuelve más frágil, por lo que es posible que se fracture o rompa con la masticación y en algunos casos sea necesario extraerlo.
Precisamente para evitar que un diente desvitalizado se rompa, es necesario protegerlo con un enchape o corona que le permitirá durar más tiempo.

Antes de iniciar la sesión de desvitalización, el dentista realiza una anestesia local para que el paciente no sienta ninguna molestia ni dolor durante la duración del tratamiento endodóntico.
Después de una desvitalización se pueden experimentar ligeras molestias y el dentista puede considerar necesario recetar analgésicos.

Una caries muy profunda puede provocar la pérdida de vitalidad del diente: en algunos casos puede tratarse de un episodio doloroso agudo, en otros la pérdida de vitalidad es progresiva y el paciente puede no sentir dolor.
El dentista utiliza herramientas de diagnóstico especiales para comprobar la vitalidad del diente (pruebas de percusión, pruebas de sensibilidad al frío, radiografías endorales, etc.) y cuando se detecta que un diente no está vital, es necesaria una terapia endodóntica (o endodoncia, o desvitalización) para eliminar el tejido necrótico, desinfectar los conductos y sellarlos.
Este procedimiento se realiza para reducir la carga bacteriana que puede causar infecciones y garantizar una vida más larga del diente.

En algunos casos un diente desvitalizado puede provocar dolor después de mucho tiempo: esto puede deberse a diferentes patologías (fracturas, granulomas, quistes…).
Por lo tanto, cuando un diente desvitalizado duele, es necesario someterse a un examen odontológico en el que el dentista, utilizando los medios adecuados (radiografías endorales, ortopanorámicas, etc.), pueda valorar la presencia de posibles patologías que afecten al diente desvitalizado y formular el plan de tratamiento más adecuado.